sábado, 28 de noviembre de 2009

LA FISCALÍA DE SEGURIDAD VIAL

Hace mucho tiempo que conozco a Bartolomé Vargas, y siempre he simpatizado con él.   Me pareció de una integridad absoluta cuando no se plegó a la terrible presión que sufrió hace unos años en el Tribunal Supremo con el asunto Piqué; tampoco respondió y guardó prudente silencio, a pesar de saber perfectamente él (y yo también) quién fue el autor de unas insididas que se dijeron contra él, filtradas incluso a la prensa.    Luego trabajamos juntos en el Tribunal Supremo durante algún tiempo, de manea que lo conozco bien.   Por eso no me sorprende la actividad está acreditando en su puesto como Jefe de la Fiscalía de Seguridad Vial.    Eso, en mi opinión es muy bueno porque acerca la Fiscalía a la gente y mejora la imagen que debemos tener.   Creo que se le ve más que a todos los demás especialistas juntos, exluyendo quizá a Antonio Vercher.

7 comentarios:

  1. Buenas, pues sí que os cunde, eh!. hola Salvador, no le conozco, sí a su hermano, actualmente en Málaga, magnífico magistrado y bellísima persona (yo lo digo). No estoy totalmente en desacuerdo contigo, pero creo, Salvador, que existe cierto peligro en que tanto Bartolomé como Vercher caigan en la crítica de la descoordinación sin comerlo ni beberlo, es decir, más que acercar a la gente, puede conseguirse un efecto contrario como estoy percibiendo y es que la opinión pública, sitúe también a las fiscalías especializadas como punto de mira de las críticas generalizadas a la descoordinación policial en las distintas Administraciones Territoriales y en los distintos ámbitos competenciales en donde dichas Fiscalías especializadas han de actuar, la cual es evidente. Defiendo la labor de estos dos maestros, pero claro, comprendo también que dicha labor de acercamiento sería muy difícil realizar sin censurar sin ambages aquélla descoordinación – en ocasiones vergonzosa – es complicado, no sé si me he explico bien. ¿Qué opinais?.

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  2. Hombre, creo que es un riesgo -no hay duda- de que por mucho hacerse presente ante las víctimas y la opinión pública resulte que se les achaquen los problemas que no son propios sino de otros. Pero yo creo la eficacia de los Fiscales especialistas es un argumento importante para la Fiscalía. Cuando veo a Bartolomé anunciando en la tele que los fiscales van a vigilar las más graves infracciones de tráfico en las operaciones salida de vacaciones o fin de semana, creo que eso está bien. Y cuando veo que -por muchas razones, sin duda- la mortalidad en nuestras carreteras disminuye, siempre pienso en Bartolomé "chorreándonos" desde la tele. En fin, si tuviera que sacar algo de malicia diría que me gustaría ver a todos los demás Fiscales especialistas en labores de prevención general como él.

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  3. Bueno yo creo que merece la pena "correr el riesgo" y es más creo que entra dentro de las obligaciones del Fiscal mantener informada a la opinión pública , actuar en materias de prevención y acercarse a las víctimas y explicar de primera mano la función del Fiscal .
    Si como consecuencia de ese acercamiento se reciben críticas constructivas , se asumen ; si destructivas , se afrontan.

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  4. Las Fiscalías como las que alude Salva me producen opiniones contradictorias. Por un lado estoy a favor de unificar-centralizar desde arriba la actividad de la Fiscalía en materias tan sensibles como Seguridad Vial, Medio Ambiente, Siniestralidad Laboral, Tráfico de Drogas, etc, a fin de potenciar la formación especializada en esas materias y una actuación mas coordinada y unificada, evitando que según en que provincia-región los delitos de este tipo salgan mejor o peor librados. Veo también una oportunidad de empezar a implantar la figura del Fiscal Instructor, pues con un par de funcionarios que sepan escribir a máquina correctamente y unos retoques en la distribución de trabajo mañana mismo podríamos los Fiscales asumir la Instrucción en Materias como Seguridad Vial, Medio Ambiente, o Siniestralidad Laboral, donde la actuación del Juez como necesaria para garantizar derechos fundamentales es anecdótica, pues anecdótica es la necesidad en estas materias de practicar diligencias que afecten a los mismos, léase entradas y registros, escuchas…, siendo, incluso, las peticiones de prisiones provisionales inferior a la media. Y sin embargo, tras ser impulsadas por el Fiscal General del Estado, en una de sus pocas decisiones que merecen mi reconocimiento, nos han venido a convertir a los Fiscales que en ellas actuamos en meros minutadores (en consonancia con lo que desean los Jueces que dicen estar a favor del Fiscal Instructor, Investigador o de aumentar nuestras funciones). El incentivo para aumentar nuestra actuación es estas causas (obviamente sin dejar de hacer el resto de actuaciones bagatelas con las que nos vienen inundando desde siempre), nos ha llevado, sin embargo, tan sólo al punto de que se nos de traslado para informe desde casi la denuncia inicial, mas a partir de ese momento nos han dejado tirados, pues ni nos facilitan instruir esas causas, ni se nos da medios materiales, ni se modifica la estructura de la Carrera para llegar a la exclusividad de estos especialistas, que ven como su trabajo sólo llega al punto de ser excluyente de los no especialistas y se convierte en una carga mayor a la normal; y, sobre todo, a efectos de la tramitación de la causa, no se llega mas que a poner las previas en vez de la mesa de “pendiente de minutar” a la de “minutada por el Fiscal”, donde duerme el sueño de los justos hasta que el titular del Juzgado, que sigue siendo uno, frente a los siete u ocho Fiscales que le pueden llegar a “sacar”• algún tipo de papel, decide menear el asunto.

    Y con todo pienso que estos Fiscales de Sala hacen una buena labor (dejando aparte cierto “merchandising” que rodea las actuaciones públicas de algunos), y como lo pienso, extiendo mi reconocimiento hacia Juan Oña y sus Fiscales Adjuntos José María López Cervilla y Luis Huete, cabezas de la estructura en materia de siniestralidad laboral en la que, por ahora, tengo la suerte de estar integrado.

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  5. Siempre he creído que una de las posibilidades de la Fiscalía era la de especializar a unos fiscales para actuar con mayor eficacia en ciertas áreas donde fueran requeridos. Este sistema funciona en la Fiscalía Federal de los Estados Unidos desde hace muchos años, donde hay especialistas en muchas materias. Los Fiscales especialistas (me refiero a los Jefes), sin embargo tienen otra misión, desde mi punto de vista. Si he citado a Bartolomé de manera específica es porque creo que ha conseguido -aunque él no lleve los casos personalmente- que se asocie su nombre y rostros con la lucha contra un determinado delito. En esos temas, es como si la Fiscalía estuviera allí: amenazara en los telediarios con mayor rigor, advirtiera de que no se va a escapar nadie porque los fiscales estarán a pie de carretera... Estas Fiscalías tienen algo de simbólicas, algo de publicitarias. Se ponen para advertir que ahí hay un problema y que estamos trabajando en él. Por supuesto que las Memorias de los Fiscales Especialistas son útiles y recogen legislación, concretan deficiencias en la aplicación de la ley y proponen medidas. Y supongo que otros como Consuelo, Joaquín o Soledad estarán actuando tambien con eficacia. Pero no se les ve tanto (a algunos nada). Su valor simbólico no es el mismo.

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  6. Bueno, eso obedece al miedo de muchos fiscales a la prensa, miedo a que se sepa qué hacemos, a cómo lo hacemos y en qué condiciones trabajamos. Y creo que , en efecto, muchos de estos fiscales de Sala y algunos Jefes de las dos Fiscalías especiales (por ejemplo, Javier Zaragoza con la Antidroga o Carlos Jiménez Villarejo con la Anticorrupción) ya marcaron el camino de lo que debe ser un fiscal investigador: un fiscal activo, que no se queda pegado a la mesa camilla, que interviene, que actúa, abre diligencias de investigación, va al Juzgado... En definitiva, un fiscal, y enseñando eso a los medios de comunicación para que la sociedad vea que los fiscales estamos ahí y que hacemos mucho. En fin , puede que esa sea la idea del FGE y que debería seguir potenciando ese camino, aunque ahora mismo se encuentre con el parapeto del Legislativo y de la futura LECrim....

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  7. Me parece que me quedo solo...pero no puedo ocultar mi absoluto escepticismo con la Fiscalías Especiales.Las más de las veces sus actuaciones pre-procesales, no son otra cosa que modos de justificar la existencia de la propia Fiscalía.Olvidamos que al Fiscal le corresponde nada más ( y nada menos) que el ejercicio de la acción pública ante los órganos judiciales, pero quizá ésto se nos queda corto y preferimos ser superpolicías de drogas, de tráfico, de montes...etc.Solo un ejemplo que por desgracia conozco muy bien:Hace ahora 13 meses que un familiar muy muy próximo tuvo un accidente de tráfico en el que a punto estuvo de perder la vida como consecuencia de la acción criminal de un conductor "suicida". La Fiscalía de Seguridad Vial tuvo conocimineto puntual del hecho. A día de hoy, la víctima ni siquiera ha sido llamada a declarar al Juzgado...Por favor dejémonos de jugar a "superpolis" y hagamos nuestro trabajo, que hay muchísimo por delante.

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