martes, 21 de diciembre de 2010

EL ESPIRITU DE LA NAVIDAD

Actuando sin su conocimiento ni autorización quiero dedicar especialmente esta entrada a mis queridos compañeros Salvador Viada y María Teresa Gálvez, porque son excelentes profesionales, por el honesto desempeño de su actividad como Fiscales y porque con su alegría y generosidad nos alumbran el camino a los que vamos detrás, marcando una senda de horizontes amplios, trazada con generosidad, respeto y un elevado sentido cívico de la Justicia
No se trata exactamente del espíritu de la navidad, porque este comportamiento constituye la forma de sentir y vivir de esta pareja durante todo el año
No obstante, y aprovechando estas fechas, les deseo desde aquí que disfruten en familia y en paz de estas fiestas
También quiero felicitar la navidad y el año 2011 a jurista, lupo, delmo, nuevoenesto, Al-kham y a los innumerables anónimos que como Salvador Viada y yo misma, sueñan con mejorar la Justicia y hacerla de verdad más imparcial y justa.
El año 2011 será bueno para todos nosotros, cada año es siempre mejor que el anterior porque supone un paso adelante en nuestro camino por mejorar las cosas
Mientras Salvador descansa, sus amigos y compañeros mantendremos vivo este blog con su misma filosofía ilusionante, idealista y respetuosa con los valores democráticos de nuestra sociedad Estamos a su disposición para todo lo que pueda necesitar

viernes, 17 de diciembre de 2010

RAZONES DE FUERZA MAYOR

Sin entrar en detalles, me veo obligado a mi pesar a suspender durante unos meses las publicaciones en Justicia Imparcial.  Por supuesto que todo aquel que quiera publicar puede hacerlo si quiere que le habilite o si ya lo está.  Espero que en unos meses las cosas hayan mejorado y pueda volver a luchar para la mejora de esta lamentable Justicia que tenemos hoy en España.

LO QUE A MI ME IMPORTA DE PEDRO HORRACH

No tengo duda alguna de que contra los fiscales anticorrupción de Baleares se ha iniciado una feroz campaña en ciertos medios de prensa.  Pero sea cual sea la razón por la que a esa prensa particular no les gustan esos fiscales, de ellos a mi me interesa su insobornable constancia en la búsqueda del delito; su firmeza para plantear ante su propio Jefe una protesta y luego una queja al Consejo Fiscal por una cuestión de principios; su acierto y su imparcialidad; su enorme trabajo y su aguante ante las presiones.   Presiones que ahora son particularmente desagradables.   En el terreno de lo que me importa, esos fiscales (Horrach y Carrau), a quienes no tengo el gusto de conocer, me parecen tipos modélicos.

martes, 14 de diciembre de 2010

RAZÓN DE ESTADO Y JUSTICIA

Para mi la diferencia más evidente entre un político y un juez y un fiscal está en que el primero considera la razón de estado como factor que inspira su actuación, y nosotros no debemos.  Entiendo que a los políticos no les guste enfrentarse con el gobierno chileno, con el gobierno americano o con el gobierno chino por causas penales que se llevan en nuestro país.  Entiendo que en ciertos momentos les venga bien que las acusaciones contra cierto grupo terrorista o de un cierto colectivo de personas se queden en nada y que en otros momentos convenga todo lo contrario; y lo mismo en relación con las acusaciones de ciertos tipos delictivos.  Ellos piensan en la marcha del Estado (aunque a veces puedan solo pensar en sus pequeños intereses políticos partidistas o personales),  pero nosotros no.  Para nosotros está la ley.  Cierto es que la ley admite interpretaciones (hoy, por ejemplo, hemos discutido en la Fiscalía del Tribunal Supremo una cuestión jurídica sobre el abuso sexual de la que dependía la absolución o la condena), pero nuestro criterio rector es la ley, no el interés de Estado.  La defensa del interés público (art. 124 de la Constitución) es la del "tutelado por la ley".   En mi opinión, el único político que puede influir aplicando el interés de estado en la Justicia es el Fiscal General, pero soportando él mismo el coste.  Cuando veo a fiscales o jueces actuando por razones de estado se me cae el alma a los pies.

jueves, 9 de diciembre de 2010

EMPEZAR DESDE EL PRINCIPIO

Reconozco que el asunto de Wikileaks me ha dejado un poco bajo (que le voy a hacer, a mi estas cosas me fastidian), y más despues de leer la web realizada por los familiares de la víctima española.   Pero la entrada de hoy la llevo pensando a raíz del conflicto de los controladores.  Leí que estos son finalmente los árbitros que deciden el acceso a su carrera, y naturalmente eso me parece mal.  Pero es que de alguna manera, también lo somos jueces y fiscales en nuestra profesión.  Yo he formado parte de Tribunales de ingreso hasta que decidí no hacerlo más.   Soy partidario del sistema de oposiciones, pero no únicamente de ese sistema: ha de haber unos sistemas de ingreso que permitan el acceso en las dos carreras de personas que acrediten méritos y competencia suficientes, aunque no pasen una oposición.   Por ejemplo, los sustitutos con un número determinado de años trabajando como jueces o fiscales; o los secretarios judiciales; o los militares jurídicos. Me encantaría que no hiciera falta cubrir mil cien plazas de jueces y fiscales en dos años, pero es preciso hacerlo.  Y por tanto hay que ser prácticos.   Además, no me canso de decirlo -incluso al Ministerio- sin resultado alguno: hay soluciones en derecho comparado (los ayudantes del Fiscal) que permiten ayudar en las Fiscalías con menores costes económicos y menor tiempo de formación.  Estos chicos de Parcent tendrán muy buena voluntad, pero imaginación, cero.

jueves, 2 de diciembre de 2010

LA INSTRUCCIÓN PARA EL FISCAL

Estoy convencido de que necesitamos urgentemente una reforma procesal penal, que acabe con el colapso lamentable de nuestra Justicia (más de 1.150.000 causas penales pendientes a principio de año, y aumentando). Y ese cambio ha de venir con una revisión profunda de los principios de la LECr. de Alonso Martínez, porque así no se puede seguir.  El FGE y el Ministerio de Justicia así lo entienden y luchan por su implantación.   Pero de manera urgente, y además creo que de manera simultánea, es preciso revisar la posición institucional del Ministerio Fiscal español.  Ya se que a eso se oponen tanto el PP como el PSOE, y que por tanto se trata de una reforma improbable.  Pero no hay salida a la Justicia penal española sin la reforma procesal, y no es posible una reforma procesal de esa naturaleza con un Ministerio Fiscal tan próximo institucionalmente al Gobierno como el que hoy tenemos.  Cambien el proceso penal desde sus raíces; y doten al Fiscal de mayor autonomía, sacándolo de la contienda política.  Y entonces las cosas mejorarán.