lunes, 12 de noviembre de 2012

PERO ¿QUIEN ES EL MEJOR?

Mi amiga Pilar plantea la cuestión de quien es el mejor en los concursos.  Yo creo que no puede saberse, desde parámetros mínimamente objetivos, quien es el mejor en cualquier concurso de méritos en la Fiscalía.   No puede saberse porque el sistema está organizado para que no pueda saberse.   Esto así, les permite a algunos la arbitrariedad sin réplica: luego si un día por alguna razón te benefician, se vuelven hacia ti y te interpelan y te dicen que porqué no protestas entonces como si eso lavara lo anterior en lugar de aumentar el despropósito .   No se conocen aquí los currículums de los aspirantes, ni sus méritos específicos para el puesto en cuestión, ni sus programas de actuación cuando se piden, no hay baremos, ni se puede tener acceso a las actas del Consejo Fiscal para verificar la rectitud en el veredicto.   Nada de nada.   Claro, con este sistema es muy fácil acertar, porque no hay manera de comprobar el error.    Este sistema lleva así un montón de años porque quienes deberían cambiarlo no quieren al ser sus beneficiarios directos.   He participado en un concurso en el que no puedo decir que yo fuera "el mejor"; sencillamente, no lo se porque se muy poco de los méritos específicos y del programa de los demás candidatos.   Pero si se que quienes votan no lo hacen guiados por el propósito de acertar en la elección de quien pueda cubrir mejor el puesto por su experiencia, por su proyecto, por su motivación o por sus ganas.  Los que deciden lo hacen básicamente por la afinidad asociativa, y ello es mucho más acentuado cuando se trata de puestos claves en la funcionalidad de la Fiscalía.   Las Fiscalías grandes de España tienen jefes de la AF o de la UPF, sin excepciones que recuerde (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Alicante, La Coruña, Málaga...).   ¿Es que no hay nadie entre el casi 70 por ciento de la Carrera no asociado a esas asociaciones con méritos para esos puestos?.    A mi -y estoy seguro que a una gran cantidad de compañeros- no me irrita perder (en la vida se pierde muchas más veces de las que se gana), aunque no me guste; lo que me irrita son las trampas.   He jugado cientos de torneos de tenis en mi vida, y he ganado unos poquitos.  Casi siempre he palmado.    Estoy forjado en la derrota (recuerdo que mi equipo de fútbol es el Espanyol) y la acepto deportivamente.   Pero trampas, no.   Cuando el árbitro es parte ya no es una competición, entonces es un chanchullo.

Quiero comentar aquí la responsabilidad del FGE en esta situación.  En nuestra carrera los nombramientos son decisión del FGE, de manera que el Consejo no es más que un órgano consultivo.   Recuerdo que el anterior FGE comentó una vez en mi presencia y en la de muchos otros compañeros, lo "sencillo y eficaz que era el sistema de nombramiento en la Fiscalía"; claro, los decidía él. En mi opinión el actual FGE tiene una posición difícil si quiere liberarse de toda responsabilidad de los abusos cuando se producen.  Quien hace un año era el líder de la AF ahora -por designación del Gobierno- es el jefe de todos los fiscales.   Un vocal de la AF ocupa el puesto que él dejó en la silla del Consejo.  La AF tiene mayoría en el Consejo gracias a su propia aportación -entre otras cosas-, y su nombramiento como FGE provocó euforia en la AF.      Vaya por delante que a mi me preocupa menos lo que haga el FGE que lo que haga el Consejo Fiscal: nosotros -los fiscales- no elegimos al FGE que no deja de ser un cargo político.   Pero si el FGE se limita a aprobar simplemente lo que el CF está haciendo, aceptando los 1-1-1, o los nombramientos claves en beneficio de las asociaciones, o buscando equilibrios políticos en lugar de fijarse en cada caso en quien es el más valioso para cada puesto, no podrá sustraerse -en mi opinión- de la responsabilidad de lo que ocurre.   No se puede ser árbitro entre quien da latigazos y quien los recibe.  No se puede ser árbitro entre quien abusa y quien es abusado.   El único árbitro es el que evita los latigazos y los abusos.   Hoy la mayoría en el Consejo la tiene la AF, la asociación que Eduardo ha liderado con algún intervalo desde hace dos décadas.  Su situación es diferente de la del FGE anterior, porque el anterior asumía personalmente la responsabilidad de los nombramientos que en muchos casos fueron en minoría en el Consejo.   El anterior FGE, que hizo cosas que yo -desde JI- critiqué con energía (por ejemplo, la preterición de Eduardo Torres Dulce como Fiscal Jefe del TC), sin embargo asumía una responsabilidad personal en lo que ocurría en el Consejo.   La misma responsabilidad tiene ahora el FGE actual, aunque se haga menos ruído.   El FGE puede hacer lo que quiera, pero la única forma que yo veo de distanciarse de una situación de abusos en el Consejo, cada vez que se producen,  es la de forzar un cambio de sistema.   Aceptar que los adversarios de la AF no son los adversarios del FGE y que quien no está en la AF también le tiene a él como FGE.    No basta con decir: "yo respeto al Consejo Fiscal y sigo sus propuestas", porque estas propuestas dependen de quienes ha dirigido hasta hace un año.  El FGE ya no es -como hace un año- una parte más, un vocal más en el Consejo, sino quien decide.    Si no lo hace así, si no se distancia de ese modo de proceder no podrá afirmar durante mucho más tiempo que es el Fiscal General de todos.  Ya se que no es fácil; pero ni siquiera el encanto personal del FGE en mi opinión puede obviar esa realidad.   Un cambio de sistema que forzara a la Inspección a baremar méritos; que diera publicidad a los programas; que permitiera a los fiscales en cuya Fiscalía se va a elegir a un Jefe dar su opinión; en el que se generalizase la comparecencia que ordenó hacer en Barcelona (y que algunos ningunearon al traer el voto decidido desde casa); y en el que se motivara la decisión tomada por el Consejo.  Luego él, el FGE, que decida lo que considere oportuno.  Esas garantías han de establecerse en beneficio de los fiscales y deben perdurar más allá de su mandato.   Si no lo hace así, la responsabilidad de lo que hacen los vocales -sobre todo los de la AF- se va a acabar extendiendo al propio FGE.

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