jueves, 21 de febrero de 2013

IMPRESIONES DE MI PRIMERA HUELGA

La huelga, en mi opinión, ha sido un éxito en la Carrera Judicial.  No -en absoluto- entre los fiscales.  Ayer me comentaron que las cifras de fiscales en huelga eran muy inferiores en número y porcentaje a las de los jueces.   Sin los jueces, nuestra huelga hubiera sido un sonoro fracaso.  Los jueces parecen haber perdido el miedo, o parecen haber apreciado el efecto expresivo de una huelga mucho mejor que nosotros.   Y eso tiene que tener razones sobre las que hay que pensar.   Yo creo que la huelga es una medida extrema, que no me gusta -ni creo que le guste a nadie-, pero que supone un acto de libertad individual.  Un acto que siendo libre y legítimo no debería tener consecuencias negativas para quien lo ejerce, más allá de la pérdida del sueldo por el día no trabajado.  Sin embargo, en la Carrera Fiscal no se ha aceptado este tipo de protesta a pesar de que todos sabemos que las cosas no se van a arreglar por si mismas en lo esencial: desmantelar los obstáculos para que la Justicia se aplique por igual para todo el mundo, y para que tengamos una Justicia de calidad.  Esta no era una huelga por razones particulares, sino de reivindicación de una Justicia mejor.  Creo que todo el mundo es consciente de eso. Esos obstáculos no los pone ahora el actual Ministro de Justicia de manera particular, sino que han sido meticulosamente construidos por todos los Gobiernos que hemos tenido a lo largo de más de 25 años.

Las razones para las quejas de los fiscales son mayores en mi opinión que en el caso de los jueces: si el Consejo está politizado y lo va a estar todavía más, la Fiscalía juega en otra liga; ellos están mejor en formación (algún fiscal que va a cursos organizados por el Consejo, tarda días en cambiar de tema sobre los hoteles de los jueces), en sustituticiones, en organización y en presupuesto para tenerla, en subvenciones para las asociaciones, en medios materiales, en independencia personal, incluso tienen módulos de trabajo que suponen ciertos límites a lo que tiene cada cual, que entre nosotros no existen; y tienen mejor solucionada la cuestión de las sustituciones.   Nosotros, además, vivimos limitados en nuestras aspiraciones profesionales por las decisiones de dos asociaciones que juntas apenas alcanzan el 35% de afiliación y que se apoyan -sucesivamente- en Gobiernos afines, de manera que las vacas gordas les tocan a ellos por temporadas, y las flacas a los demás fiscales permanentemente.

Pero con este panorama general , los jueces protestan con ilusión, con la esperanza de que las cosas cambien al hacerlo, y nosotros no.  Yo creo -es solo mi opinion- que aquí se ha generado, con la finalidad de garantizar la unidad de actuación del Fiscal, un sistema que es cancerígeno para el buen funcionamiento de la Fiscalía.  Aquí se garantiza que la gente no meta la pata, que no se salga de las extrictas reglas establecidas en la aplicación de la ley o de las órdenes circuladas, pero a costa de la libertad, de la libre valoración de la prueba y del desarrollo y maduración jurídica de los fiscales.  Y el efecto colateral es el miedo a salirse de la línea marcada.  Yo soy partidario de dar más libertad a los fiscales, de dejarles un mayor márgen a la interpretación de la ley y las normas internas de la Fiscalía en los asuntos que despachan, y luego de exigir responsabilidades cuando se equivocan de manera inexcusable.  Creo que ello mejora la Justicia, asumiendo que se pueden producir errores.  Pero obviamente, mi opinión no es mayoritaria.  Creo además que ese miedo es incompatible con lo que debe ser un buen fiscal y un buen jurista, y creo que va a ser difícil quitárnoslo de encima.

De todas maneras hubo ayer cosas que me encantaron: el afecto que me mostró un juez sustituto; el reencuentro con jueces y fiscales en la Plaza de Castilla; el ambientazo que había en la Sala de actos de los Juzgados, repleto de jueces y fiscales adheridos a la huelga y con gran ilusión en que se cambiaran algunas normas en tramitación;  me encantó ver que algunos fiscales jóvenes, que venciendo temores y dudas, se pusieron en huelga, en algunos casos con sus jueces de instrucción. Me gustó ver a abogados, organizaciones de ciudadanos y funcionarios de justicia (aunque a mi me da verguenza gritar consignas) apoyando nuestra protesta.   Me gustó ver a algunos fiscales de mi Fiscalía también sumandose a la protesta, y la actitud humorística de mis jefes directos ante nuestra huelga: ¡Luis y Juan Ignacio, chapeau!

5 comentarios:

  1. http://www.elconfidencial.com/opinion/matacan/2013/02/21/el-juez-es-un-lobo-para-el-juez-10768/

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  2. Veo buena intención en tus palabras y creo que tenemos ideas parecidas.
    Pero diferimos en unas cosas: yo no se que pintan los fiscales en esa huelga convocada por los Jueces, y tampoco se que pintaban los abogados ni los funcionarios.
    Los Abogados estan nerviosos porque el trabajo disminuye con la Ley de Tasas y los funcionarios también porque no se les hace ni caso, ni se les apoya cuando nos necesitan, al resto de colectivos.
    Pero los Fiscales ¿que pintan en esa huelga?
    Las reivindicaciones no son ni parecidas a las que tienen los Jueces.
    Y nadie se cree que se pongan de huelga por la Ley de Tasas y por la de desahucios ni por el ciudadano que pierde derecho.
    Son sus propios derechos los que intentan salvaguardar, como es normal.
    Pero que no intenten despistar al personal diciendo que ahora se erigen en defensores del pueblo. o ¿nunca ha habido injusticias hasta ahora?
    Si
    Lo que nunca ha habido es un sujeto prepotente al frente del Ministerio que ningunee a los Jueces, les recorte el sueldo, les quite la paga extra y les trate como a funcionarios: simple y llanamente.
    ¿o no?

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  3. Más del 60% de seguimiento. Los convocantes dan datos. El CGPJ da datos. ¿Y la Fiscalía? Callada, como siempre.
    La Fiscalía es una de las instituciones menos transparentes del país.

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  4. Anónimo primero, yo creo que la convocatoria de huelga -que realizan no los jueces, sino también dos asociaciones de fiscales- estaba justificada. Sin embargo, los hechos te dan razón a ti, y no a quienes la convocaron. Yo creo que el desastre de Justicia que padecemos requiere una protesta, y la falta de diálogo (y el incumplimiento de promesas electorales por el PP) requería una contestación. Yo no soy antijuez y creo que podemos ir con ellos a muchos sitios, y que las razones d esta huelga -aunque nosotros podamos tener nuestras propias razones- las podemos también hacer nuestras. Pero en esta ocasión la Carrera Fiscal ha dicho que no, y la movilización ha sido muy insuficiente -aunque la Carrera Judicial respondió bien-. Yo creo que nos habría ido mejor con una huelga de gran seguimiento, pero es lo que tenemos.

    Anónimo segundo, tienes toda la razón.

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  5. Dos impresiones de dos fiscales, esperanzadoras, valientes. Esperemos que ese tren vaya avanzando. Todavía le queda mucho camino por recorrer.

    http://www.upfiscales.com/2013/02/un-dia-de-togas-colgadas-por-susana-gisbert/

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