jueves, 9 de marzo de 2017

ROBAR PARA UNO O ROBAR PARA EL PARTIDO

Me ha ocurrido en ocasiones que al comentar tal o cual caso de corrupción el interlocutor me distingue entre robar para uno y robar para el partido habiendo de tener esta conducta menor reproche que la primera.   Siempre me ha sorprendido este modo de pensar, que incluso he oído de algún fiscal.    En mi opinión, de la misma manera que se castiga con mayor gravedad al sicario que al homicida, el que faltando a sus deberes para con la administración concierta contratos sabiendo que tras ellos hay un sobreprecio que acabará ingresado en el partido realiza una conducta socialmente más grave que si se quedara él mismo la diferencia.   El "sicario" de la malversación forma parte de un tejido de corrupción, cuenta con complicidades políticas, está protegido por ellas en ocasiones -todos podemos poner algún ejemplo que nos viene a la cabeza-,  distorsiona la competencia de manera que otros empresarios pueden sentir la necesidad de tener dinero negro para mordidas, y además produce un efecto contagio en otros partidos que se hartan de perder elecciones por la diferencia de medios económicos extra de que disponen los corruptos.  Al final, ese tipo de conductas generaliza la corrupción.   El malversador individual hace daño, pero mucho menos.  

1 comentario:

  1. Soy un colega de Argentina y quería aprovechar para felicitarlos por el Blog, me pareció excelente los artículos en general, en especial éste artículo, les dejo mis saludos desde Buenos Aires, El sitio de mi estudio es htpp://www.ortizalmonacid.com y mi blog es http://www.ortizalmonacid.blogspot.com.ar, les dejo un gran saludo.

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